MANIFIESTO
Las prácticas y procesos de desigualdad y exclusión no son un fenómeno reciente sino que bajo diferentes formas se han ido expresando y profundizando a lo largo de la historia. La pobreza, la intolerancia, la segregación, la discriminación, expresada en sus múltiples formas, clase, etnia, creencias, género, etc., son alguna de sus expresiones.
A partir de los años 80 del siglo pasado viene produciéndose una profundización de las condiciones estructurales de la desigualdad y la exclusión social. Producto de una nueva estructura social de acumulación del capital éste proceso se caracteriza por el paso del capitalismo nacional y regulado por el Estado al capitalismo neoliberal globalizado.
En la Argentina, al igual que en la mayoría de los países de América Latina, donde el neoliberalismo golpea con sus políticas de hambre, ajuste y entrega de soberanía, los pueblos nos proponemos fortalecer nuestras organizaciones sociales, gremiales, políticas y culturales para resistir y, a la vez, construir alternativas a este modelo de sociedad que nos margina, estigmatiza y nos excluye.
Es en este contexto que entendemos a la Economía Social y Solidaria como una posibilidad transicional de prácticas económicas populares de acción transformadora; en la medida de que defiende y colabora con la independencia y autonomía de nuestras organizaciones, comunidades y pueblos.
Somos conscientes de estar inmersos en una economía globalizada, capitalista, mixta, dependiente, de carácter extractiva y patriarcal, cuyo modelo profundiza las desigualdades, al mismo tiempo que privatiza y depreda nuestros recursos naturales destruyendo el medio ambiente y el porvenir de las nuevas generaciones.
Es por ello que en contraposición con las ideas de acumulación del capital, de mercantilización de la fuerza de trabajo, la tierra, los recursos naturales y el dinero, se trata de modificar las reglas del intercambio y las formas de apropiación de los bienes y distribución de la riqueza.
Estamos convencidos de la necesidad de pensar otro sistema socio económico y político, basado en el principio de la solidaridad de todos los y las ciudadanos/ ciudadanas-trabajadores/trabajadoras.
Centrado en lo solidario, esta perspectiva implica transformaciones éticas y culturales que superen la mercantilización y explotación de los trabajadores, integren a los sujetos, humanicen las relaciones sociales.
Llevar adelante esta opción comunitaria solidaria nos impulsó a esforzarnos por reconstruir las redes sociales en la región, integrar a las familias en un proyecto asociado e identificar sectores productivos sustentables.
Debemos en este sentido mejorar mucho más nuestra capacidad de escuchar y comunicar, de abajo hacia arriba, para que nuestras acciones crezcan enriquecidas por las voces de todos los compañeros y compañeras.
Pedimos y exigimos respeto y reconocimiento a nuestros saberes y experiencias en el cuidado del ecosistema y en las mejores respuestas a las necesidades de nuestros territorios.
No nos es indiferente la concentración de la tierra en pocas manos, la deforestación de nuestra selva misionera, el cambio climático, las inundaciones y sequías, la contaminación con agro tóxicos y sus consecuencias en la salud de nuestro pueblo, el monocultivo; tampoco la pobreza, la desigualdad, la represión y la discriminación.
Consideramos impostergable que se reconozca el trabajo no visibilizado de nuestras compañeras cuando lavan la ropa, acarrean leña, carpen el rosado, cuidan nuestros a niños y niñas o cocinan. Como parte de la lucha por respetar la equidad de género, nos comprometemos a promover la libertad, la autoestima, la autonomía y el desarrollo personal de las mujeres. Tenemos un compromiso de lucha por la igualdad entre Hombres y Mujeres.
Queremos, también, que se reconozca el aporte que desde una Economía Solidaria vienen realizando los sectores populares, los pueblos originarios, las mujeres, las y los jóvenes en la defensa de los recursos naturales de nuestra región para nuestro pueblo y las futuras generaciones.
Convocamos a todos y todas a construir un programa de lucha por la inclusión social y la distribución equitativa de las riquezas como parte de los esfuerzos por superarla neo-colonización y el patriarcado. Programa además, profundamente enraizado en la lucha por la vida y la defensa integral del medio ambiente.